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La obra de Arturo Quintero se basa en una profunda investigación sobre la geometría como la fuente-base de la creación. El artista nos conduce hacia una geometría total, orgánica e infinita que conjuga orígenes diversos  en la historia del arte y el pensamiento (la obra de Escher, el Op Art, las figuras imposibles de Penrose y los sólidos Platón, de Arquímedes, Eugène Charles Catalán y Magnus Wenninger) y estructura un lenguaje complejo que combina el rigor de las ciencias exactas con la expresión poética, el movimiento y las sutiles relaciones que se ponen en marcha. La geometría es aquí entendida no sólo como ciencia de definición de las formas y como síntesis de los valores del conocimiento científico, sino como herramienta de construcción del espacio, manejando con precisión el territorio de lo estético, lo simbólico y lo conceptual. Se construye así una síntesis visual del universo y define los caracteres primarios de su estructura: la geometría como lengua matriz y alfabeto original.  

Quintero informa, deforma, fractura, construye y deconstruye la forma, abriendo  espacios alternativos de comprensión visual de lo que nos rodea.  Su campo de acción plástica está sujeto  a la geometría, pero haciendo de ella no un lugar de relaciones fijas y constantes, sino  un espacio infinito de transformaciones. Se concentra en las relaciones geométricas esenciales para romper el plano fijo e incorporar materiales y objetos no comunes, donde incorpora el movimiento y arma un discurso nuevo. 


Su trabajo se desarrolla en series que abordan los problemas claves en esta investigación, con materiales que enriquecen su apreciación. 18 años. Mayoría de edad, sintetiza una labor donde brotan caleidoscopios y bajorrelieves, papiroflexias, retículas fracturadas o vibraciones y movimientos obtenidos con  monedas de uso común. Las apariencias cambian, las direcciones se cruzan, las estructuras palpitan constantemente, lo cual nos permite acceder a estados perceptivos sutilmente complejos cuyos ritmos y tensiones aluden a la realidad esencial del universo. La luz, el color  y el movimiento conviven con el cálculo milimétrico del pensamiento matemático.  El proceso activa reflexiones acerca del nacimiento de las formas, los principios primordiales que dieron origen a la formación del universo y lo conecta para producir nuevos vínculos espaciales  y estructurales dentro de la superficie. Subvierte los principios rígidos de las ciencias exactas y genera como resultado un espacio orgánico de múltiples conexiones.


María Luz Cárdenas

OBRA TEMPRANA

En su obra temprana, utiliza cartulinas plegadas de alto gramaje. El resultado es una cartografía cromática diseñada a partir de estructuras geométricas intervenidas y seccionadas.  Quintero logra construir una especie de “ilusionario” geométrico en tres dimensiones a través de transformaciones isométricas como la traslación y la rotación, lo cual produce innumerables combinaciones posibles para sus obras.  El crítico de arte Perán Erminy aprecia en esta obra temprana la capacidad “trascender esa inmediatez de las apariencias para acceder a un nivel superior de armonía, o de concordancia entre las tensiones geométricas, rítmicas, espaciales y temporales en las que estas construcciones visuales se asocian, o se refieren, a una comprensión esencial de la realidad y del universo”.  Son piezas que exigen un acercamiento esmerado y cuidadoso para su mejor apreciación: un acercamiento  lento y concentrado que, a la larga, enriquecerá la perspectiva del espectador –ya que la expresión de los verdaderos valores formales y visuales de las configuraciones cambiantes, no es una situación evidente sino que se va insinuando poco a poco cuando se le presta la debida atención.  María Luz Cárdenas

geometría sagrada

La Geometría Sagrada como clave para interpretar la existencia ocupa un lugar central en las reflexiones y elaboraciones plásticas de Arturo Quintero. De hecho, su primera serie iniciada a comienzos de la  década del 2000 se encuentra dedicada a la investigación de esta fuente de comprensión del universo. 
En un minucioso proceso de elaboración, el artista toma como base la estructura del pentágono, trazando una línea horizontal que genera un triángulo superior (arriba) y un trapecio inferior (abajo).  Las figuras del pentágono y el triángulo poseen una importante carga simbólica en el campo de las ideas, la cual no abandona su fuerza en estas estructuras. Una vez delimitada la primera sección al pentágono, el artista vuelve a dividir las figuras resultantes  y surgen nuevas figuras semi-regulares que se pueden apreciar, por ejemplo, en la serie de los mosaicos. Sucesivamente es posible continuar al infinito hasta que desaparecen los pentágonos y triángulos del comienzo.  Geometría Sagrada despliega la construcción de universos concentrados en combinaciones de colores que facilitan la vibración de la superficie.  Se van creando formas en pequeños sólidos de papel  a color  con la técnica de papiroflexia, unidos para generar campos expandidos en el espacio.  Quintero busca  “armar”  su mirada a través de laboriosos origamis, alcanzando entre esos pliegues un discurso plástico muy personal.


María Luz Cárdenas 

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geometría cósmica

Esta serie fue realizada en el año 2004 y presentada en la exposición Geometría Cósmica, en la Galería D’Museo. En ella Quintero potencia las valencias estéticas y simbólicas de los procesos plásticos planteados en la serie Geometría Sagrada, integrando patrones no euclidianos en la distribución de las formas. La distinción entre la geometría euclidiana y otras formas de geometría estriba en la diferencia de comportamiento de las líneas paralelas. En la geometría euclidiana las líneas paralelas nunca se cruzan y siempre estarán separadas por la misma distancia. En las geometrías no euclidianas la distancia entre las líneas rectas varía y no siempre mantienen la misma distancia entre sí: ésta puede incrementarse o reducirse, por lo cual se pueden cruzar en algún punto.
Acá se sintetizan elementos de la matemática fractal, la mineralogía y la teoría del caos.  El artista se mantiene en el uso de cartulina de alto gramaje moldeada bajo la técnica de la papiroflexia. Las obras alcanzan efectos caleidoscópicos en bajorrelieves geométricos con contrastes cromáticos binarios, dentro de esquemas de movimiento que semejan relaciones entre fragmentos cósmicos. 

 

María Luz Cárdenas

Naturaleza GEOMÉTRICA

La serie Naturaleza Geométrica despliega una interesante propuesta dentro de los esquemas de representación de la naturaleza en el arte venezolano.  Estas obras sostienen una mirada múltiple en tanto espacio vivencial de plantas y fauna, caídas de agua, vuelos de animales o remolinos expresados en relaciones geométricas.  De hecho, nos llevan a pensar que esas complejas estructuras geométricas encierran la clave de todas las formas de la existencia.  El curador Alberto Asprino señala que “son composiciones que por más que busquen reflejar situaciones y formas de vida, se imponen como lenguaje abstracto, cual prisma en movimiento que multiplica y amplia la imagen de su universo”. Con esta serie –elaborada en cartulinas de alto gramaje con la técnica de papiroflexia–, Quintero nos aproxima sutilmente al detalle y fortalece    nuestra relación con el espacio existencia.

 

María Luz Cárdenas

CINETISMO EN METÁLICO

En la serie Cinetismo en Metálico, realizada en el año 2009, Arturo Quintero comienza a incorporar materiales de uso cotidiano. El artista conserva la voluntad constructiva de sus piezas que con el uso de las monedas adquieren nuevos contenidos, lo cual asigna un giro en su trabajo y problematiza la lengua clásica de la abstracción.  La disposición en repetición de estas piezas sigue una distribución ordenada en el plano que, con el efecto del metal,  produce corrientes vibración y movimiento.  Quintero toma el recurso estético de la serialidad. Ello refuerza su aproximación al cinetismo pero  a la vez extiende considerablemente el campo de posibilidades de las relaciones geométricas como soporte del hecho plástico.  Estas obras se organizan en el marco del cuadrado y, dentro de este escenario de equilibrio, se desata un dinámico proceso de ritmos, ondulaciones y tensiones generado por el brillo y los contrastes formales a medida que las monedas cambian su posición.  El Cinetismo en Metálico lleva a pensar en un replanteamiento del arte cinético o, como propone el crítico de arte Freddy Carreño, en un “neo-cinetismo formalista del que no está ausente una velada carga de ironía”.
 

María Luz Cárdenas

cINETISMO CIBERNÉTICO

En la serie Cinetismo Cibernético de 2003 y 2013 se manifiesta una rigurosa economía de medios para alcanzar un máximo de vibración y movimiento. Se trata de cuadrados de dos tamaños en acrílico,  cortados con la técnica láser y router digital. La disposición se compone de una primera distribución de los cuadrados de mayor tamaño pero con diferentes colores en la misma posición romboide y en rotación izquierda-derecha desde una imaginaria línea divisoria en la mitad.  Una segunda capa coloca los cuadrados más pequeños sobre los grandes, en diferente grado de rotación del rombo.  Las posiciones son las mismas y solo van cambiando los colores. Desde esta sencilla operación se generan las corrientes de movimiento, además de un efecto de tridimensionalidad que surge del plano.


  María Luz Cárdenas

CONSTELACIÓN CINÉTICA

En las Constelaciones Cinéticas de 2005 y 2014,  Quintero aborda el tema del movimiento a través de configuraciones cambiantes elaboradas con pequeñas esferas de metal que se distribuyen en ricas variaciones sobre el plano, siguiendo coordenadas y desplazamientos geométricos aumentados a través de la serialidad y la repetición.  La relación de las esferas entre sí es muy sutil y detallada. El artista actúa con severidad  y precisión.  En 2014 introdujo variaciones en el color y el tamaño de las esferas, lo cual le permitió alternar las direcciones del movimiento sobre el plano. De acuerdo con el crítico Perán Erminy, “estas obras prescinden de todo lo superfluo y de todo lo ornamental para concentrarse únicamente en lo que es esencial, en la mayor simplicidad de sus relaciones geométricas puras”. El efecto general remite a la ordenación y vínculos armónicos  de los elementos que componen una galaxia. En algunos casos semejan polvo de estrellas por las tensiones rítmicas de estas construcciones que reúnen la sacralidad originaria de la geometría, el rigor matemático y una delicada poética del espacio. 


María Luz Cárdenas

MOSAICO

En la serie Mosaico de  2008, el artista incorpora el acrílico troquelado con rayo laser como base material del trabajo.  Las composiciones se desarrollan en progresión repitiendo patrones monocromos y reticulares con una pulcra ejecución.  Esta serie despliega la investigación sobre los sólidos platónicos y las posibilidades infinitas en su representación, llevada a un extremo tal en sus soluciones formales, que el volumen parece desprenderse del plano bidimensional.   Mosaico revela un interesante proceso de desarrollo: buscando caminos, Quintero armó en tres dimensiones todos los sólidos platónicos y luego los comenzó a descomponer. Por ejemplo, al descomponer el tetraedro truncado, éste produce un triángulo estirado  y sucesivamente más figuras. De allí surgen tramas geométricas que forman el esqueleto. El programa digital da la opción de construir diferentes plantillas-base que el artista utiliza y vuelve cada vez más complejas hasta llegar al dibujo definitivo que alude a las decoraciones islámicas y su descomposición en figuras geométricas elementales. La forma del sólido original se diluye pero a la vez se mantiene; se va extendiendo al quitar o descomponer formas, siempre partiendo del original, de manera que desde un cubo primario se genera un entramado infinito y una síntesis geométrica  que confunde al espectador produciendo el efecto de vibraciones sobre la superficie coloreada y pulida a medida que los las luces, las sombras y las transparencias se desplazan sobre la pieza y producen fenómenos visuales permanentemente cambiantes. María Luz Cárdenas

LECTURAS MÚLTIPLES

La serie Lecturas Múltiples se origina a partir el juego de movimientos iniciado por cuatro colores colocados en un orden determinado que se va desplegando en múltiples variaciones.  El estudio de las rotaciones graduales permite descubrir el nacimiento de nuevas formas, ritmos, acentos y corrientes dentro de la estructura, mientras que la combinación de los cuatro colores produce una multiplicidad de lecturas en la misma matriz.  Dependiendo de la ubicación del espectador y el recorrido por la obra, será posible articular una percepción diferente en cada enfoque. La cadencia de los colores origina un fluido movimiento desde donde nacen círculos y diagramas orgánicos.


María Luz Cárdenas

DIGITOPUNTURA

El espectro de materiales que rodean el proceso de creación en la obra de Arturo Quintero es capaz de ampliar sus permanentemente sus márgenes de producción, al punto de haber incorporado las pequeñísimas agujas  utilizadas en las terapias de acupuntura para la realización de una serie en pequeño formato que revela una capacidad inusitada de revelar el movimiento. Cada una de las  Dígito Punturas expresa una sensación de permanentes ondulaciones que cambian a medida que nos desplazamos sobre ellas.  La proporción de un objeto tan pequeño y delgado  crece considerablemente cuando se unen las agujas para representar esos campos móviles sobre el plano, reforzados por el efecto de las sombras que guardan siempre las relaciones geométricas y parecen reflejas una especie de ecos musicales invisibles.  Esta es una serie que abre campos magnéticos que fluyen en la percepción. 

María Luz Cárdenas

LABORATORIO DE ARTE

En la serie  Laboratorio de Arte de 2014 –con la cual obtuvo mención de honor en la I Bienal de Arte Emergente: “El Legado Cinético”, Museo de Arte Contemporáneo de Caracas–,  Arturo Quintero acude nuevamente a materiales inusuales dentro de las construcciones cinéticas tradicionales: elementos de vidrio de las mediciones y análisis de laboratorio, tubos de ensayo, cubreobjetos, tubos capilares y placas de petri.  Los coloca simétricamente para luego rediseñar ejes de rotaciones y vueltas que contribuyen a desarrollar figuras en movimiento y generar formas inesperadas que parecían estar escondidas.  Los efectos alcanzados elevan considerablemente la fuerza de las piezas. La falta de color hace crecer la transparencia y levedad, los juegos de luces y sombras. La vibración es infinitamente sugerente e insinúa un patrón formal que no existía en su trabajo: la imagen del punto de ebullición, las secuencias de orden y caos que replantean los patrones de la geometría  euclidiana y cambian permanentemente de posición. La situación visual allí producida es interesantísima y muy  atractiva: titilante, ligera, ondulante.  

Laboratorio de Arte agiliza el proceso visual con un impulso que no parece extinguirse. Activa la creación de universos infinitos, en transformación continua. Aunque los objetos están realmente fijos, anclados en la base de la pieza, la marcha del espectador y la propia energía que la pieza genera con esos pequeños haces de luz que estallan desde la caja de madera y fracturan el espacio.

 

 María Luz Cárdenas

FRACTUS

La serie Fractus de 2013 se inició a partir de la exploración de la matriz geométrica de MC Escher, quien en una superficie plana imprime ilusoriamente la percepción de volumen deformando la figura de la esfera. El material empleado es acrílico cortado con rayo laser. La idea de Arturo es romper la malla reticular oculta del plano original de Escher a través de un patrón de líneas curvas con rotaciones geométricas graduales. El artista arma el centro de la pieza, enfoca su atención en varios puntos focales  y luego  impone sutiles giros a los cuadrados irregulares en 10, 20, 30 grados y así sucesivamente, lo cual produce el movimiento y la fractura de la retícula perfecta.  Este trabajo de transformaciones isométricas por traslación y rotación es en extremo laborioso y sólo es posible llegar a él mediante años de una muy cuidada experimentación. El movimiento es reforzado con el color. Quintero lo aplica intuitivamente: al ojo, directamente en el taller y sin recurrir a las escalas ya predeterminadas industrialmente.  Acá la geometría cobra fuerzas infinitas. Es un proceso inagotable y en él se traza un enriquecedor camino de multiplicación de las formas. El movimiento es infinitamente sugerente, la calidad de la composición propone una situación visual muy interesante, ondulante y ligera que mezcla secuencias de orden y caos. María Luz Cárdenas

OVOIDAL

La serie Ovoidal  inscribe sus planteamientos en trabajos anteriores donde exploraba la matriz geométrica de MC Escher, fracturando la malla reticular oculta en el plano original a través de un patrón de líneas curvas con rotaciones graduales.  Sin embargo, este desarrollo se despliega en una trama oval donde la forma adquiere movimientos inusitados marcados por la flexibilidad. Apreciamos un proceso de multiplicación de las formas que se tejen entre los espacios en blanco de los módulos.  Las transformaciones son inagotables y generan mezclas de secuencias que combinan el orden y el caos. Quintero penetra en un territorio inexplorado con una gama de colores metalizados. Los años previos de cuidadosa experimentación le han permitido llegar a una transformación orgánica del material y a una desorganización de la geometría donde dejan de funcionar las leyes de la perspectiva y nacen paradojas visuales. 

Cada forma oval llama a otra sin una estructura diseñada previamente.  Sus  movimientos sugieren ondulaciones que mezclan secuencias más sutiles, ligeras, menos rígidas. Las obras funcionan en parejas que oponen y complementan el juego de los dibujos virtuales.  Pero lo más interesante de esta nueva experiencia es la manera como se producen nuevas relaciones entre el material utilizado, las estructuras de la superficie  y los dibujos que inesperadamente se van descubriendo en la trama, a medida que nos alejamos de las piezas.  Son piezas para ver desde la distancia y  descubrir dibujos en cada movimiento: estrellas de cinco hasta infinitas puntas, elipsis, cruces o cadenas de flores.  Aquí, Arturo lleva a un grado muy alto la intuición y fluidez que siempre han estado presentes en su trabajo. Nace un espacio alternativo para la comprensión visual del mundo que nos rodea dentro de un contexto de transformaciones, ambigüedades y transgresiones de la percepción convencional. La geometría se disuelve en matrices orgánicas y flexibles que incrementan su poder estructurador de la realidad y aportan elementos muy  interesantes al desarrollo de la abstracción. 

María Luz Cárdenas

CIRCULARIS

La serie Circularis tiene su base teórica en los estudios que el matemático  Penrose desarrolló con los mosaicos generados por formas pentagonales  que cumplen un patrón de regularidad en el recubrimiento de una superficie plana.  Quintero comienza  un trazado imaginario –una especie de bordado en círculos– por  entre los pentágonos, que deberían unir sus lados dibujando un mosaico uniforme. Pero ese patrón pentagonal muy pronto revela que sus lados no encajan en otros pentágonos sino que produce triángulos.  Esto quiere decir que el pentágono es una figura que no se repite uniformemente una al lado de otra y,  justo en ese espacio inesperado de los triángulos, el artista inicia la creación de un nuevo espacio de transformaciones sobre la figura inicial del patrón pentagonal, generando sus propias retículas.  El resultado es un movimiento de tensión que crece en forma  espiral y se desplaza en inusitados movimientos sobre las líneas circulares que fluyen libremente entre el espacio y los vacíos, haciendo nacer nuevos dibujos entre las sombras de las líneas sobre la superficie plana. María Luz Cárdenas

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